Con solo 23 años ya ha ganado un Goya a actor revelación por su papel protagonista en A cambio de nada, película dirigida por Daniel Guzmán. El actor se vio reflejado en él cuando era pequeño y le dio una oportunidad para el papel. Sin duda acertó de lleno porque ya se ha convertido en uno de los actores más jóvenes con una dilatada carrera detrás. Miguel Herrán ha participado en series de éxito como La Casa de papel, actualmente graba su tercera temporada, y Élite, donde también se encuentra rodando los nuevos capítulos.

Un detalle que nadie ha pasado desapercibido en sus interpretaciones es su escultura cuerpo. En sus redes sociales ya ha demostrado lo adicto que es al gimnasio. Se nota que pone el mismo esfuerzo que en la interpretación. Todo lo que hace lo borda. Gracias a ello se ha ganado también su primera portada en la revista Men’s Health y no le ha hecho falta entrenador para lucir cuerpo.

En la revista habla de su dura rutina de ejercicio diaria, la lleva a rajatabla todos los días de la semana. Es indispensable para mantenerse en forma. Según detalla en la entrevista, hubo un tiempo en el que se encontraba obsesionado con desarrollar su musculatura. De hecho, ha declarado que fue vigoréxico en el pasado, algo que también le afectó en sus relaciones con sus allegados: «Yo he sido muy cabrón. Por suerte, ahora soy otro. Pienso en cómo era antes y no me reconozco».
En este nuevo cambio el actor reconoce estar «encantado con mi cuerpo. No es perfecto, pero es mi templo y mi herramienta».
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