‘El Continental’, el primer fracaso de la temporada

La nueva temporada televisiva llegaba con suculentas ofertas. Ficciones de estreno que prometían sorprender al espectador y dar un paso más en la ficción española. La primera en sacar su artillería pesada fue La 1. El pasado lunes 17 de septiembre, en pleno auge de consumo, estrenó ‘El Continental’. La serie protagonizada por Álex García y Michelle Jenner se quedó con un pésimo 10,4% de cuota de pantalla. Con estos datos se convierte en el primer fracaso del año.

El primer capítulo consigue atrapar al espectador en su primera escena, después de la cabecera desconectas por completo. Se intuye que la serie trata sobre una venganza entre sus protagonistas, tío y sobrino. Ricardo, convertido en el jefe de una banda, quiere hacerle pagar a su tío, Juan León de Baena, la muerte de sus padres. Eso es lo único que se puede intuir porque después empezamos a ver múltiples escenas sin ninguna conexión entre ellas. Todo un caos. Frank Ariza, director de la ficción, quiere contar muchas cosas, pero no profundiza en ninguna. A veces más es menos.

El error de ‘El Continental’ y muchas series españolas, su excesiva duración. El primer capítulo casi alcanza la hora y media, algo impensable para una serie de este género. El ritmo es lento y llega a hacerse aburrida. Pasan muchas cosas al principio, pero después se vuelve monótona. No logra enganchar. Una vez visto el capítulo piloto no tienes ganas de seguir viendo más.

Otro fallo es centrarse siempre en las relaciones amorosas de los personajes. Un error muy cometido en las series españolas. Se puede contar una historia que atrape al espectador sin utilizar a una pareja protagonista y funcionar.

Después hunden a nuestras series las odiosas comparaciones con las series internacionales tan amadas. En todo momento los espectadores la tacharon de ser una copia barata de ‘Peaky Blinders’. Romperé una lanza a favor de esta serie y todas. Ojalá algún día se valore más la ficción española por nuestra parte.

Finalmente la serie quiere ser rompedora, diferente, pero se queda a medio gas.

 

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