La bronca descomunal en La Voz que no se vio en cámaras

La Voz dio el pistoletazo de salida la pasada semana a las famosas batallas. Dos entregas semanales de larga duración. Los primeros concursantes empiezan ser expulsados. El programa continúa siendo el más visto del prime time y no hay ninguna otra oferta que pueda hacerle frente. 

Todo está listo. Incluso los nuevos coaches y sus asesores. Antonio OrozcoLuis FonsiPablo López y Paulina Rubio ocuparán las sillas para elegir a sus equipos y contarán con el asesoramiento de José AntonioDavid Bustamente Míriam Rodríguez. Sin embargo, no está todo tan bien atado. Las primeras rencillas salen a la luz. 

Las exigencias de Paulina Rubio 

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Paulina Rubio es la gran sorpresa del concurso. La mexicana promete dar grandes dosis de espectáculo. Pero no todo es oro. La cantante habría puesto al equipo del programa al límite debido a sus exigencias. Actualmente la cadena graba las audiciones a ciegas de las tres ediciones. Al parecer durante algunas de esas grabaciones, la cantante paró las cámaras porque debía abandonar el plató por motivos personales. Este contratiempo provocó que la jornada laboral de todo el equipo se prolongará más de dos horas. El cansacio de los presentes era cada vez más evidente. Aunque la sangre no llegó al río, la tensión se notó en el ambiente. Además, la intérprete pidió en varias ocasiones agua con limón, una bebida que acostumbra a tener siempre cerca para aclarar su voz.  

Por suerte, a pesar de sus requisitos, la cantante se mostró cercana con el público. Algo que no acostumbra a hacer habitualmente. Y fue muy divertida con sus compañeros. Aunque ellos no están trabajando muy a gusto con la mexicana. Al parecer a finales del mes de enero se produjo una gran discusión con ella como protagonista que la dirección del programa intenta ocultar. 

El problema llegó cuando uno de los favoritos de la presente edición, perteneciente al equipo de Paulina Rubio, se batió en duelo con otro compañero del mismo grupo. La cantante liberó de forma independiente después de la expulsión, sin tener en cuenta la opinión de su asesor ni del resto de compañeros. Rubio decidió expulsarle a pesar de su futuro prometedor. El resto del plató se quedó con la boca abierta. 

La cantante se sintió molesta por las miradas de sus compañeros, se quitó el micrófono, se levantó y se fue. No quiso tolerar que se la criticase y reivindicó su potestad a tomar decisiones. Antonio José lloró por la decisión de la cantante, pero esta no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer. O le pedían perdón o marchaba del programa para siempre. 

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