Mario Vaquerizo con las pilas cargadas

Mario Vaquerizo no terminó el año de la mejor manera posible. El día de los inocentes le jugó una mala pasada y lamentablemente no fue ninguna broma. El periodista terminó en cama debido a la artrosis crónica que padece en las cervicales y terminó por afectarle a la movilidad del brazo izquierdo. El showman ha estado totalmente quieto, algo poco común en él. Su forma de ser alegre y cercano cambió porque realmente estaba hundido y no tenía ganas de nada. Realmente ha sido uno de los peores meses de su vida.

Después de más de un mes de reposo, «la mariquita inquieta», como él se denomina, cogió fuerzas y volvió de nuevo a los medios. El artista acudió junto a Alaska a un acto promocional. La cantante ha sido en todo momento su mayor apoyo. «Olvi es mi mejor medicina. Me cuida, me mima, está pendiente de que tome los analgésicos y me mantiene entretenido. Tengo que reconocer que no soy un buen enfermo», reconoció.

Alaska y Mario acudieron en calidad de embajadores a celebrar una fiesta solidaria por el 80 aniversario del madrileño establecimiento de sándwiches Rodilla. Ambos posaron con el delantal, algo a lo que Mario está muy acostumbrado tras su paso por MasterChef Celebrity 3, tal vez Alaska se apunta a la cuarta entrega.

El artista habló con los medios y confesó que todavía siente dolor, pero esto no le detiene para embarcarse en nuevos proyectos: «Es doloroso pero ya estoy mejor. Soy zurdo, pero al menos ya me puedo peinar solo sin la ayuda de Olvi. Lo he pasado mal. Ya estoy recuperándome, he estado igual que la película de Mamá cumple 100 años, pero ya voy siendo el de siempre. Estoy haciendo rehabilitación», explicó. Pronto sacará a la luz un nuevo libro.

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