GH DÚO: La adicción de Kiko Rivera

Kiko Rivera se vació en la sala de la verdad de GH Dúo. Tanto Kiko como su esposa, Irene Rosales, participaron en una de las pruebas que les ponía la organización del concurso. En ella tenían que dibujar en una pizarra cómo había sido su ‘curva de la vida’, marcando los límites de los peores y los mejores momentos de su vida.

Allí, el hijo de Isabel Pantoja sorprendió a todo el mundo y se desnudó mostrando sus sentimientos y haciendo una confesión histórica. “Estuve enganchado a las drogas. No lo había dicho nunca en televisión, pero es así”, revelaba Kiko. La pareja de Irene Rosales confesaba haber sido adicto a la marihuana, al hachís y a la cocaína. “Fumaba hachís y marihuana cada día y cocaína no tanto”, declaraba Kiko.

Irene Rosales explicaba cómo y cuándo fue el punto de inflexión de Kiko. La ayuda de Isabel Pantoja fue clave en la recuperación. “Veía que yo sola no podía ayudarlo y cogí el teléfono y llamé a su madre”, especificaba Irene. Una llamada que le cambió la vida a Kiko.

El peor momento de Irene: la enfermedad de su padre

Irene Rosales tampoco se libró de las lágrimas. La presión y la emoción pudieron con la sevillana. La mujer de Kiko Rivera se derrumbó en la sala de la verdad tras explicar la enfermedad de su padre, que padeció cuando ella era una niña. El padre de Irene padece actualmente un tumor en el cerebro desde hace 20 años y no se puede valer por sí mismo. “Mis hermanos me hicieron de padre, por lo que quiero que Kiko ahora disfrute de sus hijas y de su hijo”, decía la nuera de la Pantoja antes de fundirse en un abrazo con su marido.